lunes, 2 de mayo de 2016

Crónicas de Belgarath

Las Crónicas de Belgarath fueron publicadas por la editorial Timun Más en 1990. Es una saga de cinco libros de lo mejorcito en fantasía épica que he leído. Literatura realmente fácil de leer, recomendable para cualquier edad y extremadamente entretenida. Es un viaje iniciático lleno de aventuras, magia, espada y sobre todo, unos brillantes diálogos, un gran sentido del humor y la ironía y unos personajes entrañables y hábilmente construidos que acaban por convertirse en buenos amigos al poco de comenzar la lectura.


David Eddings

Hijo de George Wayne y Theone Berge Eddings, David nació el 7 de Julio de 1931 en Spokane, Washington (EE.UU.), y se crió cerca de Seattle.

En 1950 ingresó en el Everett Junior College, donde estudió hasta dos años más tarde. En 1954 se licenció en Artes por el Reed College de Portland, tras lo cual sirvió en el Ejército de los EE.UU. hasta 1956. Más tarde continuó su formación en la Universidad de Washington, en la que obtuvo el título de Maestro de Artes en 1961.

Un año después, el 27 de Octubre de 1962, David Eddings se casaría con Judith Leigh Schall y comenzaría a trabajar en empleos muy diversos (tales como dependiente en una tienda de comestibles, vendedor de la Boeing Company o profesor de inglés) antes de dedicarse por completo a la literatura.

En 1973 llegaría su debut como escritor con High Hunt, una historia de aventuras en la que cinco hombres muestran sus desavenencias durante una jornada de caza. La obra no se vendió muy bien, y tuvieron que pasar nueve años hasta que su segundo libro estuvo terminado. Así, internándose en el género fantástico por el que es hoy día mundialmente conocido, David Eddings publicó en 1982 La senda de la Profecía, que llegó a ser uno de los grandes best sellers de la época y marcó el inico de las Cónicas de Belgarath, formadas por cuatro títulos más: La Reina de la Hechicería (1982), La luz del Orbe (1983), El Castillo de la Magia (1984) y La Ciudad de las Tinieblas (1984).

A este gran éxito conseguido por su primera saga de fantasía cabe sumársele el de su continuación, las Crónicas de Mallorea, compuesta también por cinco volúmenes: Los Guardianes del Oeste (1987), El Rey de los Murgos (1989), El Señor de los Demonios (1988), La Hechicera Darshiva (1989) y La Vidente de Kell (1991).

Pero además, David Eddings es también el autor de dos trilogías, Elenium y El Taolí, compuestas respectivamente por El Trono de Diamante (1989), El Caballero del Rubí (1990), La Rosa de Zafiro (1991), Cúpulas de Fuego (1992), Los Seres Fulgentes (1993) y La Ciudad Oculta (1994).


1- La Senda de la Profecía:

Título original: Pawn of the Prophecy

Editorial: Timun Mas (1990)

Portada: Ciruelo Cabral



Belgarath el Hechicero atravesó la tenebrosa Ciudad de la Noche bajo la forma de un gran lobo, y guió a Cherek y a sus hijos hacia la torre de hierro de Torak, el dios Maldito. Una vez allí, Belgarath se transformó de nuevo en hombre y condujo a todos hasta los oxidados peldaños de una escalera por la que ningún hombre había subido desde hacía dos mil años.



Llegaron a la cámara donde Torak, el dios mutilado, permanecía adormecido y atormentado por el dolor, con su rostro horriblemente marcado y oculto tras una máscara de hierro, porque al principio de la existencia había querido dominar todo el mundo y para ello se apoderó del Orbe creado por Aldur.



Pasaron ante el dios y llegaron a la estancia donde el Orbe se hallaba oculto y protegido dentro de una urna también de hierro. Cherek urgió a Belgarath a tomar el Orbe, pero el Hechicero se negó. "Yo no puedo tocarlo. Si cualquier hombre con el más leve asomo de maldad en su interior trata de hacerlo, el Orbe lo destruirá de la misma manera que quemó a Torak. Sólo un ser de corazón puro podrá cogerlo para protegernos a todos del dios Maldito".




2- La Reina de la Hechicería:


Título original: Queen of Sorcery

Editorial: Timun Mas (1990)

Portada: Ciruelo Cabral


Cuando por fin los hijos de Cherek arrebataron el Orbe al dios Maldito, Belgarath se lo confió a uno de ellos, a Riva, y le dijo que mientras el Orbe estuviera en manos de sus descendientes, las tierras del Oeste permanecerían a salvo. Sin embargo, el Orbe es robado del salón del trono de Riva y es entonces cuando Belgarath y su hija Polgara, acompañados del pequeño Garion, inician el interminable viaje en busca del preciado y, a la vez, conflictivo objeto.

Mas, ahora, Garion siente una desesperada añoranza. Su infancia se escabulle y, aunque lo intenta con todas sus fuerzas, no puede aferrarse a ella. Todo está cambiando. Polgara ya no es la que hacía las veces de madre solícita, sino la hechicera que había sobrevivido al paso de cuatro siglos con un objetivo que iba más allá de la comprensión de los mortales. Y el señor Lobo, el viejo vagabundo y narrador de historias, es ahora el hechicero que había vigilado y guardado, testigo de la necedad de los hombres y de los dioses, durante siete mil años.


Y Garion, ¿qué ocurría con él? El muchacho, que hasta hacía poco era sólo un mozo de granja, se convierte en protagonista. Nunca había creído en la hechicería y se negaba a participar en ella, pero a medida que viajaban su poder crecía y lo obligaba a participar en actos de magia que no quería aceptar. Su desorientación es profunda cuando, con la marca que tiene en la palma de la mano, quema a un individuo que se ha atrevido a insultar a Polgara.


3- La Luz del Orbe:


Título original: Magician’s Gambit

Editorial: Timun Mas (1990)

Portada: Ciruelo Cabral


Ce'Nedra, la princesa imperial de Tolnedra, estaba desconcertada porque todo el mundo sabía que las historias sobre el Orbe, que protegía del diabólico dios Torak a los reinos del Oeste, eran simples leyendas, pero allí estaba ella, envuelta en una peligrosa misión para recuperar el Orbe robado.

En segundo lugar, también le desconcertaba la atracción que sentía por Garion, aquel muchacho que no era más que un humilde granjero, indigno de una princesa. Sin embargo, ¿por qué percibía aquella imperiosa necesidad de educarlo, de acariciar su cabello enmarañado y de consolarlo? Ahora, el joven se dirigía a una extraña torre, símbolo de todo lo que él consideraba maligno, para enfrentarse a un temible y poderoso mago. Garion podía morir y ella nunca volvería a verlo, pero no había posibilidad de protegerlo.

Sin embargo, las palabras de Aldur y de lord Mara, dios de Maragor, habían dado a entender veladamente que Garion sería más poderoso que Polgara y que el mismo Belgarath, y que su papel era el más importante en el desarrollo de la profecía. Precisamente, durante la lucha de fuerzas mágicas entre Belgarath y Ctuchik, que era quien custodiaba el Orbe, el niño inocente, que había sido el único capaz de tocar este objeto sin quemarse, se lo entrega a Garion en un acto premonitoria de grandeza.


4- El Castillo de la Magia:

Título original: Castle of Wizardry

Editorial: Timun Mas (1990)

Portada: Ciruelo Cabral

Después de la muerte de Ctuchik se produjo un terremoto que destruyó la ciudad de Rak Cthol. Garion y sus amigos han de huir de Chtol Murgos mientras los nueve jerarcas grolims los persiguen con el poder de sus mentes. Pero la sombra de Garion viaja hasta el castillo donde aquéllos están reunidos y allí se produce una escena escalofriante:


"Garion se aproximó y atravesó con su puño de sombra el pecho del grolim. Pudo percibir los latidos de su corazón y la convulsión de sus pulmones mientras el jerarca contemplaba boquiabierto de horror el brazo que salía de su pecho.

—¿Vais a dejarnos en paz?— preguntó Garion, y de repente apretó el puño.

El jerarca gimió de dolor."

Una vez lograron liberarse de los grolims, Garion y sus amigos se encaminan hacia Riva, lugar donde el muchacho ha de descubrir a qué linaje pertenece y qué futuro le espera. Pero debían apresurarse para llegar hasta llegar hasta allí con el Orbe antes de la celebración del Paso de las Eras, y la travesía por el desierto, perseguidos por los soldados murgos, era sumamente peligrosa.

Garion está convencido de que en Riva acabaría su intervención en aquellos trascendentales hechos, pero la profecía aún guardaba increíbles sorpresas para él y para la princesa Ce'Nedra.


5- La Ciudad de las Tinieblas:

Título original: Enchanters' End Game

Editorial: Timun Mas (1991)

Portada: Ciruelo Cabral

Belgarath, Seda y Garion se dirigen hacia Mallorea, región donde se halla la Ciudad de las Tinieblas, así llamada porque el perverso dios Torak la destruyó y la cubrió con una perpetua nube negra. Entre las ruinas desmoronadas, sólo queda en pie la base de una torre de hierro, la cripta donde Zedar vela el sueño de Torak.

Durante el viaje, los compañeros han superado un sinfín de dificultades, pero la más grave es su encuentro con los morinds, un pueblo de clanes nómadas que suelen matar a los extraños que atraviesan sus tierras. Belgarath sostiene un duelo mágico contra un morind. En el combate, ambos crean "apariciones" de demonios, monstruos con tres o cuatro ojos, siete manos, cientos de dientes, cuerpos cubiertos de escamas... Si alguno de los dos contrincantes titubea durante la lucha, el demonio o monstruo se libera y destruye al hombre que lo creó. Así sucede con el rival de Belgarath que muere a manos de la "aparición" a la que dio vida.

Cuando por fin llegan a Cthol Mishrak, la Ciudad de las Tinieblas, se produce el catastrófico enfrentamiento entre Garion y Torak para que una vez más se cumpla la profecía.

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